mardi 24 avril 2007

Amarillo

Hacia finales de abril, florecen dos plantas cuyas flores son de un intenso color amarillo. Por dondequiera que uno vaya fuera de la región parisina, y de hecho fuera de cualquier aglomeración urbana, se podrán apreciar los enormes cultivos de colza en floración que inundan el panorama con su color y con su olor. Con las semillas de esta planta (brassica napus)se fabrica aceite para el consumo humano y también carburantes que están sirviendo para remplazar la gasolina.
También florecen en esta época los "bouton d'or" (ranunculus acris), pequeñas florecillas que crecen espontáneamente entre las hierbas, eso si, en el campo o en la ciudad se pueden encontrar. "Te gusta la mantequilla?" Si al acercar esta flor al mentón de alguien se refleja bien el color amarillo, la respuesta es "si".

jeudi 19 avril 2007

Nikuman


El otro día iba con mi hija en el metro (la llevaba al trabajo ya que estaba en vacaciones del colegio). Nos sentamos en el lado derecho del vagón, línea 2, ventana, mirando en el sentido del movimiento, sólo para poder ver el Sacré Coeur que se logra percibir durante apenas algunos segundos. Luego cuando el tren se introdujo en el subsuelo otra vez, no nos quedó más que observar a la gente.

Justo al frente de nosotras, había un joven chino (por no decir un chino joven que suena como redundante) con su hijo de unos tres años. Tenía una bolsa llena de nikuman, esa especie de empanada gigante al vapor rellena de carne y de otra cosa parecida a un pan pita frito relleno de verduras. El chino le dió unos pedacitos de nikuman a su chinito y luego se engulló el resto de un solo bocado. Mientras medio masticaba y tragaba ese bocado, sacaba el otro pan relleno y el chinito agarraba la fritura con toda su mano y se comía la verdura larga con placer. El chino papá se relamía sus largas uñas y nos miraba mirarlos sin nigún pudor. Y el chino niño se relamía las manos y nos miraba mirarlos con desinterés. Al cabo de tres estaciones se bajaron dejando el banco del metro lleno de migas grasosas y en el aire el olor del aceite.

Unos días después volvía de visitar a una amiga otra vez con mi hija. Antes de tomar el metro ella se quejó de hambre y compramos un pastel de frutas en Monoprix. En general a ella siempre le da hambre en el metro y come dulces o galletas. Al sentarnos en el vagón iba a abrir el paquete para que se comiera el pastel y ella lo iba a recibir pero de repente me dijo : "ay mejor no...no quiero hacer igual que los chinos del otro día".
Entonces menos mal que yo tenía unos chicles malabar que hacen bombas, y durante el trayecto, que era largo porque atraviesa la ciudad de un extremo al otro, o sea como una hora, ella logró hacer sus primeras bombas de chicle. Hace meses que intentaba y nada que podía.

mercredi 18 avril 2007

Oficina

Desde hace cierto tiempo, el único lugar en el que puedo estar tranquila es en el metro. Sin las preocupaciones ni los quehaceres de la casa y sin haber aún llegado al trabajo.

Las actividades que me ocupan en el metro son diversas. La primera es de tipo oficina. Revisar mi agenda, anotar lo que hice ayer, ver bien en que día es que estamos hoy. Eso lo hago siempre en la primera parte del viaje al trabajo que dura 4 estaciones, antes de cambiar de línea, la línea 2 que dura 16 estaciones.
Me subo al último vagón del tren de la línea 2 (es el último el que corresponde a mi salida)y en esta segunda parte, paso a mi actividad del momento.

A veces se trata de algún libro y otras veces se trata de los estudios para mi comenzada y nunca acabada tésis. Pero en general se trata de sacar un cuadernito en el que esbozo los pies de la gente, las manos de la gente y si me atrevo, las caras de la gente. No tengo mucho tiempo, hay que contar aproximadamente un minuto por estación, lo que me deja como 16 minutos de "trabajo".

Me gusta la línea 2.
Es una línea que atraviesa París dándole un giro de 180° según el plano. La mayoría de los barrios en los que circula son populares. Yo me subo en Belleville -popular-y me bajo al lado del Arco del Triunfo -chic-. En alguna época me deprimía tomar esta línea porque la consideraba sucia, maloliente, envejecida, cansada...y en ese caso atravesaba la ciudad en la llena de turistas línea 1.
Pero ahora ya descubrí que lo que me gusta es observar la diversidad de pasajeros. Comenzando por mi misma, el 80% de los pasajeros son inmigrantes. Chinos, africanos y árabes en su mayoría. Rumanos, checos, latinos y quien sabe cuantas otras nacionalidades. Según dicen, mas de 80 lenguas se hablan en estas zonas.
A medida que se acerca uno a los barrios elegantes, se van subiendo mas franceses e incluso japoneses y americanos.
Las bolsas de plástico rosadas y azules se van convirtiendo en bolsas de papel de tienda elegante o en maletines de ejecutivo, las falsas carteras Gucci o Louis Vuitton made in china se transforman en las verdaderas, los impermeables de acrílico se transforman en abrigos de fino algodón y los teléfonos celulares se tranforman en PDA.